Santiago Vélmez es Inspector Jefe en la Comisaría de la Segunda Manzana. No se saben muchos datos biográficos de él, más allá de que estudió en un colegio religioso y es el mejor subordinado del Comisario Jefe. Su falta de habilidades sociales quizá sea uno de los motivos que impulsó a su mujer a separarse de él, hace ya varios años, pero casi nunca habla de ella; de carácter huraño y excéntrico -se resiste a cambiar el mobiliario de su despacho por algo más funcional y moderno-, su secretaria, la eficaz Ketty Blam, se empeña en seguir trabajando con él -a pesar de todo- y el médico forense de la zona, Carlos Charlie Vega, se mantiene fiel a su cita otoñal en tiempo de recogida de setas.
Tiene un teléfono móvil poco avanzado, fuma en ocasiones en pipa y le gusta el té extremadamente dulce, con tres cucharadas de azúcar, muy caliente y con la bolsita sin exprimir. Sus subordinados, con los que apenas habla, han notado que siempre lleva una pequeña libreta y un diminuto lápiz muy afilado.
El Inspector Vélmez es el protagonista de los casos más sonados de la Comisaría, los que se conocen bajo el nombre de expediente B.S.I (Bible Science Investigation).