Los primeros mensajes de reconocimiento están llegando al Puesto de Mando; Andrea Rideni y Lorenzo Montti los leen rápidamente y se los enseñan a Leonard Vermer.

 

- La situación es grave, comandante -dicen, dándoles los informes-. Han llegado cifrados, lo que nos indica que los Sectores se encuentran ahora bajo control del Ejército Biónico Rebelde y los tanques de energía están casi destruidos. Desde el Centro de Comunicaciones han enviado también las réplicas holográficas de los pocos restos que han podido ser reconocidos. 

 

Vermer se gira sobre sí mismo y deja vagar su mirada por el amplio ventanal de adamantio y polvo de diamante. Hace ya unas horas que revisa el Libro de la Operación Ganímedes y toma algunas notas. 

 

- Bien -dice, sin mirar a sus acompañantes-. Enviad todos los informes al Laboratorio Central para que Sandro pueda empezar sus cálculos. Tres escuadrones deben dirigirse al Bastión Norte, en previsión de un ataque definitivo del Ejército Biónico Rebelde. Dentro de treinta minutos nos encontraremos en el Laboratorio para ultimar el plan de huída. 

 

Rideni y Montti se marchan del centro de mando, murmurando nerviosos...