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El Oráculo ha hablado y la Dama Blanca, Señora del Sol en el Horizonte, transmite sus deseos a todos los rincones de las Tierras Interiores: las Compañías deben ser reunidas de nuevo...

Unknown Track - Unknown Artist
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¿Quién eres?

Mientras espera la llegada de los mensajes de respuesta de las Compañías, la Dama Blanca pasea por la Sala de Armas del Oráculo. El fuego que siempre arde en el centro de la sala apenas llega para calentar los altos techos apuntados, y la Dama se arropa un poco más en su capa anaranjada; los brillos opacos de sus bordes reflejan el vaivén de las llamas.

 

Roza el escudo de oro y azur de Tinhal, el primer Héroe Hombre que se arrodilló ante el Rey Dragón, antes del Gran Cataclismo; cuentan las Crónicas que Dra'ka le tuvo como uno de sus más fieles servidores hasta el momento de su muerte, y que por eso permitió que sus restos descansaran en el Valle del Silencio. Ella, sin embargo, siempre prefirió a Tanis, el Alto Hijo de Erwyn, más volcado en el estudio de las Bibliotecas que en las hazañas de la guerra...

 

El Martillo Tronante de Tadrom, de los Fuertes de Thaudum; la Espada Llameante de Brielgil, la hermana de Tanis; incluso una de las dagas perdidas del Rey Dragón se guardan en la Sala de Armas. Y es misión de la Dama Blanca cuidar, vigilar,... servir al Oráculo para enviar los mensajes que sean precisos a las Tierras Interiores. 

 

La mujer se cubre una vez más con la capa anaranjada, mientras mira los escudos de cada uno de los miembros de las Compañías. Ella los conoce y sabe sus nombres, como don del Oráculo que necesita para cumplir su misión; quizá algunos de ellos logren descubrir su pasado de Héroes y desvelar la verdadera naturaleza de  los siervos del Brujo Oscuro...

 

 

 

 

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